miércoles, 26 de agosto de 2015

CAMPOS DE ALFALFA




CAMPOS DE ALFALFA
Voy paseando y me detengo en un campo de alfalfa, está empezando a florecer. Me gustaría sentarme y esperar a que las flores salgan, ¿Por qué no? Me pregunto.
Dicho y hecho me siento en la vereda, observo las pequeñas flores que están a punto de abrirse y busco en el recuerdo este mismo campo el verano pasado, lleno de flores con su intenso morado. Que hermosas flores, me encandilo en mi visión.
Vuelvo al campo, voy a leer mientras espero, me percato de que soy abeja, aunque esta vez no me he tenido que poner el disfraz, directamente me he transformado, ¡curioso! Cojo el libro con mis patitas dispuesta a esperar pacientemente a que las maravillosas flores tengan a bien crecer y abrirse.
Miro a mi lado y no soy la única que está en el borde del campo esperando, se ha formado una fila de abejas, peones dispuestos a comenzar la tarea del día, claro he de saltar de flor en flor para polinizarlas, yo también soy una obrera que viene a cumplir su trabajo.
Disfruto haciendo esto, que suerte tener un trabajo el cual, además es mi pasión.
El sol ya ha absorbido el rocío y las flores empiezan a abrirse perezosamente. De momento el campo está salpicado de florecillas, como si fuera el cielo salpicado de estrellas, aunque en breve estará todo el campo plagado de bellas flores dispuestas a regalarnos con su bien más preciado, su polen, el cual nos beneficia a las dos partes.
Pues bien dejo el libro y al tajo. Voy de flor en flor, aunque soy selectiva, me lo puedo permitir, buscando las flores más agraciadas para lanzarme a ellas en plancha como si de una piscina se tratara para impregnar bien mis patitas y hacer que la magia de la propagación se realice.
Hay trafico he de prestar atención, ya que soy tan impetuosa y estoy tan feliz que salto sin mirar si hay alguna compi arriba y ya he repartido algún golpe leve.
Ya tengo el cupo, sin embargo no me voy del campo estoy hechizada por su belleza y me siento en el bordillo a descansar mientras observo cómo le cambia la luz y se llena de sombras.
Mañana continuare, será otro magnifico día, a ver si madrugo como hoy y me da tiempo de beberme el amanecer antes del curro.

Desam. Ferrández



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